El examen MIR es conocido por su amplio volumen de conceptos y la falta de un temario oficial definido. Por lo tanto, confiar únicamente en la memoria no es suficiente. Afortunadamente, existen técnicas de estudio que pueden ayudarte a optimizar tu tiempo y retener la información de manera efectiva. A continuación, se presentan algunas de estas técnicas.
- Planificación y creación de un calendario de estudio
Antes de comenzar a estudiar, es importante organizar un plan de estudios y determinar el tiempo que se puede dedicar a cada asignatura. Establecer metas diarias y límites de estudio puede hacer que la tarea parezca menos abrumadora y te ayudará a fijar objetivos alcanzables. Además, una buena planificación te permitirá tener una visión general de la materia que estás estudiando, lo que facilitará su asimilación en el futuro.
A medida que avanzas en tus estudios, puede ser útil crear un calendario de aprendizaje en el que registres la fecha en la que estudias cada tema y una puntuación que refleje tu nivel de comprensión (usando una escala numérica o colores diferentes). Este calendario te permitirá llevar un seguimiento de cuándo estudiaste por última vez un tema en particular y identificar tus fortalezas y debilidades.
- Primera lectura
Una vez que hayas establecido tus objetivos diarios, lo primero que debes hacer es realizar una primera lectura de la materia que tienes previsto estudiar. Esto te ayudará a obtener una visión general del tema. En muchas academias, se recomienda realizar una lectura rápida de un manual de patología general u otro material relevante para familiarizarte antes de comenzar un estudio intensivo.
Es fundamental comprender lo que estás estudiando para retener la información en la memoria durante el mayor tiempo posible. Solo cuando se comprenden los conceptos se puede aplicar la lógica médica, que es una de las técnicas esenciales para el estudio del MIR. Además, es aconsejable resolver las dudas que surjan, como aquellas relacionadas con la terminología médica, para evitar retrasos en el proceso de aprendizaje.
- Lectura activa y subrayado
Después de una primera toma de contacto con el tema, es necesario realizar una lectura activa del mismo. Durante esta segunda lectura, intenta relacionar los conceptos entre sí. Para ayudarte en este proceso, puedes utilizar el subrayado. Si se realiza correctamente, el subrayado te obligará a distinguir los conceptos clave y descartar los menos importantes.
El subrayado también ayuda a concentrarse y comprender mejor el texto, y facilita la identificación de la información relevante cuando se revisa el material subrayado en el futuro.
Sin embargo, es importante tener en cuenta que subrayar puede convertirse en una acción pasiva que da la ilusión de haber estudiado, sin realmente haber interiorizado los conceptos.
- Lógica médica, elaboración de esquemas y tablas comparativas
Dado que no hay un temario reglado para el examen MIR, es imposible aprender los conceptos de memoria. Por lo tanto, la lógica médica es fundamental. Esta técnica consiste en almacenar datos en el cerebro de manera lógica y establecer conexiones entre ellos. De esta forma, si olvidas un concepto, puedes recuperarlo al repetir el razonamiento que lo vincula.
Para ayudarte a almacenar y organizar la información de manera sintética, puedes utilizar esquemas o tablas comparativas. Estas herramientas son muy efectivas para agrupar similitudes entre distintas patologías y resaltar las diferencias entre ellas.
- Nueva lectura y repaso
Al finalizar el estudio de un tema, es recomendable leer toda la información nuevamente. Esta nueva lectura mejora el procesamiento de la información y la extracción de las ideas principales, lo que facilita la comprensión.
Para consolidar los conocimientos y fortalecer las conexiones entre los conceptos, intenta relacionar cada elemento con el anterior a medida que avanzas. Solo así podrás almacenar la información de manera ordenada en tu memoria y evitar olvidos.
Sin embargo, es importante tener en cuenta que el hecho de que te resulte familiar la disposición del material (como las partes subrayadas, la ubicación de una definición o una tabla comparativa en la página, etc.) no significa necesariamente que hayas asimilado completamente el contenido.
- Realización de simulacros de examen
Una de las técnicas más efectivas es poner en práctica lo que has estudiado. Al hacer esto, te relacionas activamente con los conocimientos adquiridos y ejercitas la lógica médica para extraer la información relevante de tu red de conocimientos. Los simulacros de examen también te brindan la oportunidad de identificar tus puntos débiles y, en caso de cometer errores, te permiten consolidar el conocimiento correcto.
Además, en un examen como el MIR, es crucial administrar adecuadamente el tiempo para responder todas las preguntas. Por lo tanto, es recomendable desarrollar una técnica, como establecer cuánto tiempo dedicarás a cada pregunta y cuándo comenzarás a transferir tus respuestas a la hoja de respuestas.
Otras técnicas de estudio para el MIR
Es importante que elijas el método de aprendizaje que mejor funcione para ti. Además de las técnicas mencionadas anteriormente, aquí hay otras que pueden resultarte útiles:
- Método Pomodoro para la gestión del tiempo.
- Método Cornell para tomar apuntes.
- Técnicas de memoria para una mejor asimilación de los conceptos.
- Técnicas mnemotécnicas para ayudar en la memorización.
Aprende a conocerte a ti mismo y practica el método que mejor se adapte a tus necesidades. Por ejemplo, puedes utilizar la memoria fotográfica o grabar el temario y escucharlo repetidamente.
Consejos útiles durante el estudio para el MIR
Cualquier método que te ayude a estudiar y afianzar los conceptos en tu memoria a largo plazo es algo positivo. Aquí tienes algunos consejos útiles:
- Alterna entre diferentes asignaturas. Aunque pueda parecer contradictorio, cambiar de tema te ayudará a relacionar conceptos y trabajar activamente tu memoria, lo que te permitirá obtener una visión general cada vez más amplia.
- Ten en cuenta las probabilidades. Puedes encontrar exámenes de años anteriores en línea y identificar las preguntas más y menos frecuentes. Utilizar esta información te ayudará a optimizar tu estudio y priorizar los temas más relevantes.
- Duerme lo suficiente. Aunque pueda parecer trivial, descansar y garantizar un sueño adecuado de al menos 8 horas es importante para consolidar los conocimientos. El proceso de consolidación ocurre mientras el cuerpo descansa.
Prepararse para el examen MIR requiere dedicación y esfuerzo durante al menos un año. Muchos aspirantes optan por unirse a una academia para recibir orientación y establecer un ritmo de estudio, mientras que otros prefieren estudiar por su cuenta y buscar ayuda de otros estudiantes.
Ambas opciones son válidas, pero es recomendable rodearse de personas en situaciones similares para compartir metas, intercambiar ideas y ayudarse mutuamente a resolver dudas.