El hecho de que nuestro centro esté ubicado en Oviedo (Asturias) nos proporciona unas condiciones climáticas muy suaves durante todo el año. Esto significa que durante los meses de verano no llegamos a soportar temperaturas tan alta como en otros puntos de España. Sin embargo, los termómetros pueden llegar a dispararse en días concretos y por eso es importante saber cómo afecta el calor a las personas mayores.
Cabe señalar que son precisamente ellas las que se encuentran en el grupo poblacional más sensible a las altas temperaturas, aunque lo cierto es que pueden afectarnos a todos. Hace unos días veíamos incluso como un tenista profesional tenía que retirarse de un torneo en Washington tras verse afectado por un golpe de calor. Afortunadamente fue solo un susto, pero es importante saber bien cómo actuar en estas situaciones.
¿Cómo se produce un golpe de calor?
El motivo principal, como decíamos antes, sería una alta subida de la temperatura. Lo que ocurre es que nuestro cuerpo no es capaz de adaptarse a ese cambio y es entonces cuando se produce el denominado golpe de calor.
Para evitarlo podemos seguir una serie de consejos fáciles. Algunos de ellos serían no estar en espacios demasiado calurosos, evitar realizar actividades al aire libre durante las horas centrales del día o no utilizar prendas que puedan darnos más calor.
Se trata por tanto de evitar al máximo posible la exposición a las altas temperaturas. Para ello también debemos prestar especial atención a otras cuestiones relacionadas con nuestra alimentación. En primer lugar es importante que podamos mantener una correcta hidratación y que tengamos agua siempre a mano para ir dando pequeños sorbos de vez en cuando.
La hidratación también la podemos complementar con los alimentos. Consumir frutas y verduras pueden ayudarnos de manera notable, especialmente a aquellas personas a las que les cuesta beber agua. Por eso debemos priorizar este tipo de alimentos.
Respecto a la vestimenta, es aconsejable que utilicemos prendas frescas y ligeras y que tengamos un gorro o sombrero que podamos ponernos para proteger la cabeza del sol si vamos a salir a la calle.
¿Cómo puedo saber si tengo un golpe de calor?
Aunque los síntomas pueden variar mucho de una persona a otra, hay una serie de factores a los que debemos prestar especial atención. Uno de ellos sería tener la piel muy seca o enrojecida.
Otras señales que pueden ser como indicativo serían tener la boca muy seca, dolor de cabeza o incluso ver a la persona desorientada. En cualquiera de estos casos y ante una sospecha lo mejor es consultarlo cuanto antes con un médico o con personal sanitario.