Una prótesis de cadera es un dispositivo médico diseñado para reemplazar una articulación de la cadera que ha sufrido un daño significativo, a menudo debido a condiciones como la artrosis, fracturas o enfermedades degenerativas. Esta intervención quirúrgica tiene como objetivo aliviar el dolor, restaurar la movilidad y mejorar la calidad de vida del paciente.
Existen dos tipos principales de prótesis de cadera: las prótesis totales, que reemplazan tanto el componente acetabular (la cavidad de la pelvis) como el componente femoral (la cabeza del fémur), y las prótesis parciales, que solo reemplazan una parte de la articulación, conservando la estructura ósea saludable. La elección entre estos tipos depende de la condición específica del paciente y del grado de daño en la cadera.
La incidencia de cirugía de reemplazo de cadera ha aumentado notablemente en las últimas décadas, especialmente entre la población adulta mayor. Este aumento se debe a varios factores como por ejemplo:
- Envejecimiento de la población.
- Aumento de la obesidad.
- Aumento de lesiones deportivas.
La rehabilitación de la cadera tras la implantación de una prótesis es crucial, especialmente en pacientes ancianos, ya que mejora la movilidad y la calidad de vida. Este proceso se divide en varias etapas, cada una con objetivos y ejercicios específicos:
Fase inicial (días 1-7): el enfoque en esta etapa es controlar el dolor y comenzar la movilidad. Se realizan ejercicios como la movilidad pasiva de la cadera y rodilla, movilidad activa de tobillo o contracciones isométricas de los músculos del cuádriceps. Es importante mantener la pierna elevada y usar hielo en la zona afectada.
Fase intermedia (semanas 2-6): el objetivo es aumentar la fuerza y la movilidad. Los ejercicios incluyen caminar con andador o muletas, ejercicios como sentadillas y elevaciones de talones.
Fase avanzada (semanas 6-12): en esta etapa, se busca mejorar la fuerza muscular y la resistencia. Se pueden realizar ejercicios más complejos, además de estiramientos de cadera y ejercicios de equilibrio.
Mantenimiento (más de 12 semanas): el objetivo es consolidar la independencia y mantener la salud articular. Se recomienda caminar distancias más largas, usar una bicicleta estática e ir reintroduciendo las actividades de la vida diaria.
Es vital tener en cuenta algunas advertencias: evitar el cruce de piernas para no poner tensión en la prótesis y no forzar el rango de movimiento. La rehabilitación es un proceso vital que, con el enfoque adecuado, puede llevar a una recuperación exitosa y una mejor calidad de vida.