El lugar donde vivimos tiene un impacto directo en nuestra calidad de vida, y esto cobra aún más importancia en la etapa de la vejez. Para las personas mayores, el entorno no solo debe ser cómodo y accesible, sino también seguro, estimulante y humano. En Ovida, entendemos que cuidar del entorno es cuidar también del bienestar físico, emocional y social de cada residente.
Un espacio adaptado a las necesidades reales
Las personas mayores pueden enfrentarse a limitaciones de movilidad, deterioro cognitivo o dificultades sensoriales. Por eso, es fundamental que el entorno esté diseñado pensando en sus necesidades.
En Ovida, contamos con espacios sin barreras arquitectónicas, iluminación adecuada, baños adaptados y señalización clara, todo pensado para garantizar seguridad y facilitar la autonomía. Estas condiciones permiten que nuestros residentes se desplacen con confianza, se orienten mejor y realicen sus actividades cotidianas sin riesgos.
La importancia del entorno emocional y social
Más allá de lo físico, el entorno también influye en el estado de ánimo y en la salud emocional. Un ambiente acogedor, donde se respire tranquilidad y cercanía, contribuye a reducir la ansiedad, mejorar el estado de ánimo y reforzar el sentido de pertenencia.
En Ovida, fomentamos la creación de vínculos entre residentes, profesionales y familias. Nuestras zonas comunes están pensadas para favorecer el encuentro, la conversación y la convivencia. La vida en comunidad ayuda a combatir la soledad y a mantener una actitud positiva.
Espacios que invitan a la participación
El entorno también puede ser un motor de actividad. Cuando los espacios están diseñados para motivar la participación, los mayores se sienten más animados a moverse, conversar, crear y aprender.
En nuestro centro, organizamos actividades adaptadas en salas amplias, zonas al aire libre y espacios polivalentes que favorecen la participación en talleres, sesiones de ejercicio, juegos, charlas o celebraciones. La variedad de ambientes permite que cada persona encuentre su lugar.
La habitación: un espacio propio
La habitación es un lugar íntimo y personal. Por eso, en Ovida animamos a cada residente a personalizar su espacio con objetos significativos, fotografías o elementos decorativos que les conecten con su historia y sus recuerdos. Sentirse en casa es fundamental para el bienestar emocional.
Cuidar el entorno es cuidar a las personas
Un entorno adecuado no es un lujo, es una necesidad. Contar con un espacio diseñado con cariño, seguridad y funcionalidad marca una gran diferencia en la salud, la autonomía y la felicidad de las personas.
En Ovida, trabajamos cada día para que nuestros espacios reflejen esa filosofía: cuidar a través del entorno, acompañando a nuestros residentes en cada etapa y favoreciendo su bienestar integral.
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