Con el paso del tiempo, el descanso adquiere una relevancia aún mayor en nuestra vida. Dormir no es simplemente una rutina necesaria, es una parte fundamental del bienestar físico, mental y emocional, especialmente en la tercera edad. En Ovida, entendemos que un sueño reparador influye directamente en la calidad de vida de nuestros residentes, por eso cuidamos cada detalle que puede influir positivamente en su descanso diario.
A medida que envejecemos, el sueño cambia. Es común que las personas mayores experimenten despertares frecuentes, un sueño menos profundo o una mayor somnolencia durante el día. Estos cambios pueden deberse a factores como la disminución natural de melatonina, el uso de ciertos medicamentos, condiciones de salud, una menor exposición a la luz natural o incluso el impacto de emociones como la ansiedad o la soledad. Estos factores, aunque comunes, no deben normalizarse sin más, porque un descanso inadecuado puede tener consecuencias importantes.
Dormir bien en esta etapa de la vida no solo mejora la memoria y la concentración, también ayuda a mantener el sistema inmunológico en buen estado, favorece el equilibrio emocional y físico, y reduce el riesgo de caídas. El descanso se convierte, así, en una herramienta clave para envejecer de forma activa, saludable y segura.
En Ovida apostamos por una atención integral en la que el bienestar comienza por lo más básico: sentirse bien en el día a día. Por eso, promovemos rutinas estables que ayuden a regular el ritmo natural del sueño. Mantenemos horarios constantes para acostarse y levantarse, fomentamos la exposición a la luz natural durante el día y ofrecemos espacios tranquilos, cómodos y adaptados para favorecer el descanso nocturno. Prestamos especial atención a las últimas horas del día, buscando siempre que se vivan con calma, sin sobresaltos ni ruidos innecesarios, acompañadas de actividades suaves o momentos de relajación.
La alimentación también forma parte de este cuidado. Ofrecemos cenas ligeras y a horas adecuadas para facilitar una buena digestión y evitar molestias durante la noche. Todo está pensado para generar un entorno seguro, sereno y respetuoso con las necesidades individuales de cada residente.
En definitiva, dormir bien no es solo una cuestión de salud, también es una forma de cuidado profundo. Porque cuando se descansa de verdad, el cuerpo se recupera, la mente se ordena y el ánimo mejora. Y en Ovida, nuestro compromiso es ese: cuidar cada detalle que permita a quienes viven con nosotros despertar cada día con más calma, más energía y más ganas de vivir.